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Un día en el parque en un país en «revolución»

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–Buenas tardes. ¿Quién es el cabecilla aquí, por llamarlo así?  –Dijo el Guardia Nacional Bolivariano queriendo parecer gracioso y simpático.

Prácticamente no tuve tiempo ni de voltear para verle la cara al hombre cuando escuché la voz de mi sobrina Bibiana que con toda la ironía que pudo acumular en su tono de voz, de un solo sopetón, le respondió:

–No, señor. Aquí no hay cabecilla. Como puede ver, esto es una familia, no una banda.

Fue entonces cuando terminé de voltear hacia el sitio donde se encontraba el Guardia y pude entender la ironía y la furia del tono de la voz de mi sobrina. Como una verdadera banda de delincuentes, junto al “cabecilla” que hablaba, se encontraban unos 3 o 4 Guardias más, un policía y una mujer con franela roja de esas que identifican las misiones gubernamentales y con las que obligan a uniformarse a los empleados públicos.

Era sábado de Gloria y nos habíamos reunido en el parque de Lagunillas en Mérida para celebrar en familia los cincuenta años de mi prima Carmen Cecilia. Ella quería celebrarlo solamente con sus familiares y decidió hacer un hervido de gallina en el parque merideño para invitarnos a la celebración.

Cómo muchas otras veces, especialmente los primeros de enero, nos reunimos en Lagunillas y, como siempre hemos hecho, llevábamos una caja de cervezas, refrescos y pasapalos para pasar un día de esparcimiento y relax compartiendo en familia y celebrando el cumpleaños. Unas cincuenta personas incluyendo bebés de menos de un año y personas mayores de 60.

Cuando llegamos al sitio, en la entrada, nos advirtieron que ese día no se podía llevar bebidas alcohólicas porque allí estaban realizando una actividad vacacional organizada por el gobierno nacional y, como ya es habitual en nuestro país, custodiada por la Guardia Nacional Bolivariana.

No obstante, uno de los Guardias, menos ortodoxo que los demás y consciente de que la gente no tenía porqué saber que ese día en específico no se podría ingerir licor en las instalaciones del parque, muy amablemente, nos dijo por lo bajito, al ver las cervezas:

–Si se las van a tomar, háganlo en vasos para que no se vea de qué se trata.

Así se hizo. Pasaron varias horas sin ningún inconveniente. La cervecita la servíamos en vasos de plástico oscuro y las botellas se escondían oportunamente para no molestar a los que participaban de la actividad gubernamental.

Al poco rato de estar allí, notamos que el “acto vacacional” que se estaba llevando a cabo no era más que un evento de campaña y proselitismo político a favor del presidente Chávez,  con miras a captar adeptos para las elecciones del 7 de octubre.

La mampara de yincana deportiva encubría malamente las intenciones políticas del acto y los animadores a través de sus equipos de sonido, de cada cinco palabras que pronunciaban, tres las dirigían a arengar a los asistentes para que participaran en las elecciones presidenciales a favor del presidente Chávez para cuyo efecto habían instalado una camioneta del Consejo Nacional Electoral con los rótulos de la “Misión 07 de octubre” para inscribir nuevos votantes y actualizar datos y otra de la misión identidad para entregarle la cédula a quienes la necesitaran para inscribirse.

Quienes nos oponemos al gobierno tragamos grueso, nos hicimos la vista gorda y tratamos de obviar lo que allí se estaba desarrollando. Pero no podíamos dejar de asombrarnos ante la desfachatez del régimen y ante la sumisión de un poder que, se supone debe ser independiente como el electoral, ante las directrices emitidas por el ejecutivo, a tal punto de identificar el proceso de elecciones presidenciales con la palabra “Misión” que, a todas luces lo parcializa hacia el gobierno del presidente Chávez.

¡Después de 14 años de abusos y falta de pudor del régimen, aún nos asombramos con este tipo de actitudes y de ventajismos!

Los animadores cada cinco minutos daban gracias al presidente, pedían por su salud, llamaban a quienes aún no estaban inscritos para que se registraran en el CNE y alababan la “Misión 07 de octubre”.

Quienes estábamos en el parque por motivos ajenos al “plan vacacional” hicimos caso omiso de lo que los acólitos del régimen hacían. No así algunos de ellos quienes, al mejor estilo del “sapeo” cubano se dedicaban a pasear entre la gente a husmear para luego ir a acusar ante la GNB si alguien estaba infringiendo la prohibición de consumir licor ese día en el parque.

Fue así como la «banda» de los Guardias se aproximó a un grupo de personas que se encontraba justo en la mesa más cercana a la de nosotros. Alguien fue y los acusó con los “esbirros” y estos se aparecieron para intimidar y confiscar las bebidas. Un poco después nos tocó el turno a nosotros. Fue cuando el gracioso cabecilla junto a sus compinches se acercó a donde nos encontrábamos.

–¿Nos permiten que revisemos las cavas? – Dijo el Guardia luego de pasar el trago amargo de la respuesta de Bibiana.

­–Es que nos dijeron que ustedes estaban consumiendo alcohol y queremos verificar.

–Claro, revisen todo lo que quieran.

–A usted tenemos rato viéndola beber– Dijo el hombre, señalando justamente a mi hermana Zoleiva que no solo no estaba bebiendo sino que es una mujer de 65 años con el pelo completamente blanco. O sea, más fuera de perol no podía haber meado el desgraciado.

La mayoría de los que estábamos observando el deprimente espectáculo rompimos en carcajadas ante la acusación. «Háganle la prueba del alcoholímetro» gritaron varios a coro. Nos burlamos del tipejo sin ninguna contemplación.

El hombre revisó las cavas infructuosamente. Frustrado ante el fracaso de la requisa, no le quedó más remedió que balbucir que había sido un error y que habían confundido a Zoleiva con alguna otra persona. Se unió a su «pandilla» intimidatoria que aguardaba como a la espera de una orden para cargar con todo y, con el rabo entre las piernas, se marcharon, no sin antes escuchar cómo Zoleiva, impulsada por la ira, les espetaba:

–¡A lo que hemos llegado en este país desde que ese desgraciado está en el poder!

La pandilla se hizo la desentendida y se marchó. A partir de ese momento, podemos decir que los bolivarianos nos hicieron el día. Los chistes y burlas parecían no tener fin. La imaginación hacía que inventáramos maneras de vengarnos de los desgraciados esbirros. Pensamos en dejarles las botellas en el sitio donde se encontraban emplazados al momento de irnos del parque o regarles enfrente las tapitas de las cervezas…

Pero la prudencia imperó. Por un lado, estábamos conscientes que nosotros habíamos fallado al consumir licor ese día cuando nos advirtieron que no se debía. Aunque la medida era, a todas luces, abusiva por parte de ellos pues ¿quién les otorga el derecho de, arbitrariamente, decidir que el parque, que es público, les pertenece y que quienes allí lleguen tienen que adaptarse a las medidas que a ellos se les puediera haber ocurrido implementar?

Y, por el otro lado, ¿Para qué arriesgarse a que estos esbirros con mente de gorilas tercermundistas decidan, porque tienen el poder, hacernos pasar un mal rato, mantenernos el tiempo que a ellos le dé la gana allí detenidos haciendo exhibición del poder que un régimen despótico  les ha otorgado y arruinarnos el paseo?

Nos tomamos el hervido de gallina que estaba delicioso, nos burlamos a más no poder de esos pobres idiotas que no han entendido que ese “poder” que hoy ostentan tiene fecha de caducidad y que, tarde o temprano, este país volverá a la normalidad, a la civilidad, al progreso. Los militares regresarán a sus cuarteles, a cuidar la soberanía nacional sin entrometerse en lo que los civiles tengamos a bien decidir y Venezuela dejará este cariz de republiqueta bananera para encaminarse a ser un verdadero país.

Acerca de Blog de Golcar

Comunicador Social, nacido en Mérida, Venezuela. Actualmente, vivo en Maracaibo y tengo una tienda de mascotas.

Un comentario »

  1. Que informaciòn tan mediocre y tan sin sentido ,aqui no hay regimen señores eso es mentira. dejen de estarle cayendo a mojon a la gente con estas mentiras tan balurdas

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  2. Pingback: Un día en el parque en un país en “revolución” | infoCIUDADANO

  3. Ligia Isturiz

    En este «álbum de familia» dibujado con la natural gracia de su estilo por Golcar- bloguero, tuitero y amigo por afinidades y afecto- dejo colar, en rol de visitante invisible, mi comentario habitual, para .acompañarlo en su visión compartida sobre los abusos, arbitrariedades y ventajismos del régimen hasta en los eventos más sencillos – en este caso el «hervido de gallina » tan nuestro en las celebraciones colectivas de la intimidad tribal.-, por así decirlo. Encantador el detalle de las burlas hacia los «administradores de la ley». que lejos de hacerla respetar. la transgreden con sus impertinencias e inoportunidades. En fin, Golcar devenido en guionista, pintor y cronista, da un toque especial a la cotidianidad que en lo que a mí respecta, me prduce una agradable lectura

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  4. Dios hace las cosas perfectas y cada quien está donde tiene que estar! por esa razón yo no estaba en ese paseo, (he mirado las fotos mil veces, con mucha nostalgia -para no decir envidia-) pero gracias a Dios yo no estaba ahí, porque si Zole, esa la señora mayor de pelo blanco, que mienta Golcar con mucho respeto! que es la apasiguedad en persona reaccionó así, yo estaría presa! que cosa que no toleraba cuando estaba en Venezuela, el escándalo ordinario que hacen en esos operativos a todo volumen y sin el mas mínimo respeto por el resto de los ciudadanos.
    Por mi parte yo ya ESTOY LISTA, como dijo Julio Golfredo, ya hice mi cambio de residencia para el 7 de octubre ir tempranito a votar por CAPRILES PRESIDENTE!

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  5. Lala de Balestrini

    Y debo agregar: que no se quede nadie en casa el 7 de octubre, todos a votar !!!!!CAPRILES PRESIDENTE!!! El que no vote no es Venezolano porque no ama a su Patria

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  6. Chamos, todos me hicieron reir con sus comentarios, La verdad que da tristeza lo que esta sucediendo en mi pais, en mi ciudad, a mi gente. Pero, tambien espero al igual que ustedes, que las cosas cambien pronto para bien. Yo tambien estare aportando desde aqui mi granito de arena para que eso suceda, y asi mi familia, mis amigos y todos los venezolanos puedan recuperar la alegria de vivir y de reunirse donde les de la gana, con quien les de la gana, y tomando lo que les de la gana tambien. Saludos para todos,….se les recuerda con carino.

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  7. Margarita Liscano

    Esa es la actitud, no permitir que gente sin ninguna moral, pretendan dar ordenes para el comportamiento de la familia en un espacio público, que ademas son ellos quienes lo irrespetan con su vulgaridad demencial de borregos inescrupulosos que al final de cuentas lo que buscan es martillar a quienes se asustan….

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  8. Bibiana Balestrini de Osorio

    Hay tantas cosas que me gustaria acotar, lo primero es que realmente dan muchísima risa los cuerpos de «seguridad» que no era Guardia Nacional como dice Golcar, eran mas escuetos, con la fisonomía de cualquier drogadicto o alcohólico en rehabilitacion porque eran las famosas MILICIAS BOLIVARIANAS, comandadas por un pobre mamarracho oficial de la policía de Mérida, creo que para no tentarlos a recaer era que ese dia no permitían consumir bebidas alcohólicas..otra partecilla del asunto es que Zole si bebe, pero ese día no solo ni probó, sino que ofrecióles alguna cervecita a unos primos que no estaban con nosotros sino que eran parte del circo chavista, desde la mas pura inocencia que a pesar de los años sigue intacta, jajajaja, claro que luego de molestarse porque la llamaron borracha, les gritó a la banda con cabecilla incluida que buscaran un oficio mas decente y dejaran de ser unos vagos mantenidos por el gobierno… Lo bueno es que falta poco, cada vez menos para volver a encauzar este país por el sendero de la decencia y el progreso! Besos
    PD: la que contesto con simpatía a los esbirros fui yo… Que soy ademas médico de la policía de Mérida…

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  9. Muy bueno. Celebro que no se hayan dejado arruinar la reunión. La alegría y la familia tienen que sobrevivir a la vulgaridad, la ruina y la amargura, aun en medio de ellas.

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  10. Excelente el relato de lo ocurrido, pero sólo voy a agregar un comentario y se tratra de lo mediocres que se han vuelto los cuerpos de «seguridad» venezolanos. Debo decirles a quienes no estuvieron en el sitio, que yo asumí la tarea de guardar nuestras bebidas espumantes y se me ocurrió la idea de guardarlas en las 2 cavas grandes que metimos escondidas detras del meson mientras dejaba la tercera a primera vista sólo con hielo a la espera de la segura requisa, algo que se le hubiese ocurrido a cualquiera con tres dedos de frente, pero que a los «funcionarios» encargados de velar por nuestra seguridad no les pasó por la cabeza. Si esto sucedió a este nivel, con personas que en la vida hemos traficado una colilla de cigarrillo, qué podemos esperar de ellos en lo que se refiere al combate contra el narcotráfico, la delincuencia, la corrupción y el sicariato, entre otros graves problemas que padecemos?

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  11. Lala de Balestrini

    Jajajajajajajaja me dá mucha risa acordarme de ese episodio en el parque pero mas risa me dá la forma tan velada de decirle «vieja» a una hermana jajajaja cuando no, Golcar con sus sutilezas sacándole los trapitos al sol a uno, pero es la verdad, una falta de respeto la que tuvieron con nosotros esos y que guardias boivarianos ( eso si son), tratándose de que habían muchos niños y bastantes de juventud prolongada (de mas de 60) siguiendo las directrices que manda el mico-mandante porque eso si saben ser lambe-botas (por no decir groserías) y seguir a pie juntillas las lecciones que aprenden de memoria como loros y lástima que no oyeron cuando yo les grité ( o ser hicieron los sordos) «si quierern reprimir vayanse para Cuba) porque allá si gozarían una bola, de todas maneras
    se quedaron con las ganas de amargarnos el paseo que estuvo como siempre bien bonito con toda la familia reunida en torno a un riquísimo hervido de gallina preparado por la cumpleañera Carmen Cecilia, y que Dios nos permita seguirnos reuniendo de esa forma cada vez que podamos.

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