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¿Quién será el «mongólico»?

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Miguel Andrés con algunas de sus primas

Pienso en la posibilidad de la reencarnación y de la existencia de vidas pasadas y nunca me he podido imaginar que fui un faraón o un conquistador, o una especie de Spartacus o un perro heroico. Hace mucho se me metió en la cabeza que de haber vivido en otras vidas, seguramente fui una persona con síndrome de Down y que me tocó vivir en una época en la que tener un cromosoma de más era un estigma, una vergüenza.

Hasta hace relativamente pocos años, las personas con Down o trisomía 21 eran tratadas como locos, los aislaban y los escondían en la última habitación del patio trasero o en los sótanos. A lo mejor en alguna de mis vidas pasadas fui uno de esos seres estigmatizados por la familia y la sociedad, la mácula del hogar que debía ser apartada de la vista de los amigos brindándole apenas los recursos mínimos de alimentación y agua para sobrevivir. Como me parece recordar haber visto de pequeño en alguna película de terror en blanco y negro.

Estos pensamientos empezaron a comerme el coco porque siempre que he conocido alguna persona con Down me parece que sienten empatía conmigo. Es como si ellas pudieran ver en mí los rastros del sufrimiento vivido en esa vida anterior. En mi imaginación siento que tal vez ellos me identifican como uno de los suyos que no tuvo la suerte de vivir en un tiempo como el actual en el que las personas especiales son queridas y respetadas por su familia y, generalmente, son un orgullo para sus padres y parientes. Creo que son ellos los que se compadecen de mí porque nunca mis padres me mostraron a la gente pues mi tercer cromosoma en el par 21 era una mancha en sus vidas que a cada mirada les hacía creer que algo muy malo debían haber hecho para que Dios los castigara con esa especie de “monstruo”.

Si bien es cierto que no me imagino a alguna pareja pidiéndole a Dios que le mande un hijo con síndrome de Down, sí puedo dar testimonio de la felicidad, satisfacciones y orgullo que estos seres han traído a sus familias una vez superado el shock inicial de la noticia y comprendida la condición diferente del nuevo integrante del núcleo familiar.

Mi primera aproximación al mundo de las personas especiales fue cuando tenía como 9 o 10 años y mi prima Mariela me llevó una tarde de visita a su sitio de trabajo. Recuerdo que llegamos a una casa grande, con pisos de bellos y pulidos mosaicos, con patio central y muy bulliciosa porque estaba llena de niños. Al llegar al desnivel que tenía el pasillo para bajar al patio, me detuve un momento para que la retina se acostumbrara a la brillante luz del sol que entraba. Me aproximé a los bullangueros muchachos que jugaban y pude notar que eran físicamente diferentes a mí y a mis compañeros de colegio. Jugaban, gritaban y sonreían como todos mis amiguitos, pero sus ojos eran achinados, los brazos y piernas de algunos parecían ser más cortos o sin las proporciones a las que estaba acostumbrado. Sus manos eran regordetas y mórbidas, con dedos cortos y con pulgares más anchos de lo normal. Al hablar parecían tener una grande y pesada lengua que les dificultaba la comunicación oral.

Recuerdo que sentí un gran temor al verlos. Miré a mi prima y me dijo:

-Ellos son mis “mongoliquitos”.

En su mirada y en su tono de voz aparecieron de inmediato una ternura y un amor que no tenían nada que ver con lástima ni compasión y muchos menos con el sentido que la palabra «mogólico» había tenido para mí hasta entonces. “Son los niños excepcionales con los que trabajo”, me dijo, utilizando la palabra “excepcional” porque en ese entonces era la que se usaba para identificar a las personas “especiales” o con “capacidades especiales” como me gusta más llamarlas.

Su amorosa sonrisa se desplegó al máximo cuando algunos de los muchachos se le acercaron con ojos brillantes de alegría, riendo para saludarla con un fuerte abrazo que le llegaba apenas a la cadera. Inmediatamente comprendí en mi mente infantil que esos niños realmente adoraban a Mariela.

Mi temor inicial se fue disipando a medida que los niños descubrían que yo estaba allí. Algunos se me fueron acercando sonriendo y con picardía en los ojos. Me tocaban, me sobaban los brazos, me acariciaban el pelo liso y brillante y algunas de las niñas se atreviieron hasta a abrazarme y darme un beso. Parecía que ellos estaban tan asombrados conmigo como yo con ellos.

Después Mariela me explicó algo de los 23 pares de cromosomas que no entendí para nada y cómo en la mayoría de los chicos que había visto en su trabajo, había sucedido algo en el par 21  que hacía que tuvieran tres cromosomas en lugar de los dos correspondientes y que eso era lo que hacía que tuvieran esas características físicas y las dificultades de aprendizaje y lenguaje que había visto en mis nuevos amigos.

Algún tiempo después, un día que fui a su casa a visitarla, me encontré con uno de los muchachos allí. Como hacía de vez en cuando, Mariela lo había llevado a almorzar con Tía Ana y a pasar la tarde con ellas.

No sé si él me reconoció. Yo ciertamente no lograba distinguirlo dentro del grupo que había conocido aquella tarde, pero, al no más verme se me acercó sonriendo, me tomó del brazo y no se separó de mí en toda la tarde. Era blanco, de ojos vivaces, pelo liso y labios rosados. En ese entonces calculé que tendría 6 o 7 años, pero ahora no puedo asegurarlo porque descubrí que las personas con síndrome de Down parecieran tener un pacto con el tiempo que les permite, como a los ángeles, no reflejar en sus rostros el paso de los años.

Una vez más la empatía se hacía presente y la atracción de esas personas por mí parecía confirmarse, como me sucedería también con algunos de los chicos especiales que conseguía en la calle o en los supermercados. Me veían y se quedaban contemplándome sin pestañear y sin quitar la sonrisa de sus labios. A  donde me movía yo, ellos dirigían la mirada. Así fue tomando cuerpo en mi mente la posibilidad de haber sido uno de ellos en mi vida anterior.

A partir de mi experiencia con Mariela, aprendí a respetar a esos muchachos. La palabra “mongólico”, aunque no la volví a utilizar, dejó de tener para mí la connotación negativa con la que en muchos casos se la espetaba a la  cara de algún amigo para insultarlo en el transcurso de una discusión.

Cuando Mariela decía “mis mongólicos” nunca tenía una intención negativa ni cargada de lástima o pena. Ella les llamaba “Mis mongoliquitos” y su expresión sólo destilaba amor por esos pequeños a los que dedicó muchos años de su vida. Ella me explicó que les decían “mongólicos” justamente por sus ojos achinados que hacían que parecieran oriundos de Mongolia pero que la gente utilizaba el término de forma peyorativa para mofarse u ofender a quienes son torpes o lerdos en su accionar o para burlarse de las personas con síndrome de Down.

Con ella aprendí que esas personas “especiales” sólo saben dar cariño, alegría y sinceridad y, con el tiempo, entendí que a cambio sólo esperan lo mismo, además de  respeto hacia su persona. Ellas no están enfermas, no son “pobrecitos” son personas con una condición particular y con capacidades especiales, en las que la expresión “qué lástima” siempre está de más.

Por eso, yo no puedo sentir por ellas lástima, pena, piedad ni compasión. Ellas no se lo merecen. No puedo

En el centro, Pocho, pintor de increíbles colores, luces y texturas

evitar emocionarme hasta la última fibra de mi ser cuando Pocho, que aunque no es Down entra en el rango de personas especiales, me recibe lleno de alegría con su fuerte abrazo, cuando me aprieta la cara o me levanta y baja los brazos para hacerme los ejercicios de la terapia. La emoción me eriza la piel cuando mi sobrino Miguel Andrés apoya su mejilla sobre la mía y me dice: “Tío, te quiero mucho”. Así, sin más, porque le sale del alma. Porque en ese momento lo siente y lo dice con sinceridad y sin ninguna pena o temor.

Actualmente, cuando oigo que alguien, para insultar le dice a otra persona “mongólico”, no me puedo enojar, ni siquiera me molesto. Sólo pienso en algunos de los seres especiales que conozco, en sus capacidades y talentos, en su honestidad para decir o expresar de cualquier forma lo que piensan y sienten, algo que la mayoría de nosotros hemos ido dejando en el camino de la “educación y los buenos modales”. Entonces pienso y me pregunto ¿Quién es el “mongólico”?

Sería interesante que cuando alguno de nosotros pretendamos insultar a alguien diciéndole “mongólico”, “retardado mental” o “autista”, pensáramos un poco en ¿Quién es más mongólico?

¿Acaso ese joven Nobuyuki Tsujii que, además de Down es invidente y que interpreta al piano de manera magistral “La Campanella” de Liszt o yo que nunca he aprendido a distinguir un do de un la y que la naturaleza en lugar de darme membrana del tímpano parece haberme dotado con «cuero» del tímpano?

¿Quién es más bobo?

¿El amigo que empaca en la panadería y que un día le dijo a su mamá que no quería ir más a la escuela especial porque sentía que en lugar de avanzar estaba echando para atrás y con las mismas se presentó en la panadería y gritó:

-¿Aquí necesitan un trabajador?

-¿Quién es el trabajador? Dijo el dueño.

-¡YO! Dijo el joven de 20 años con toda seguridad.

-Y ¿Qué sabéis hacer?

-¡Empacar, más un coño!

Y desde entonces uno se lo encuentra allí, al pie de la caja todas las mañanas, pendiente de sus bolsas, contento, feliz, sintiéndose útil.

O yo, que siempre me ayudaron y acompañaron a la hora de conseguir empleos?

¿Quién es más tarado?

¿Pocho que tiene el talento y la habilidad de sacar de una caja de creyones de cera y un papel las más expresionistas de las pinturas, con texturas y haces de luz imposibles de creer o yo que no soy capaz de hacer una línea recta con una regla o un círculo con un compás y que nunca he entendido la utilidad del círculo cromático?

¿Quién es más estúpido?

¿La joven Izaskun Buelta, con síndrome de Down y dependienta de una bombonería en Madrid, de 32 años, que se enfrenta a Zapatero, el presidente del gobierno español, para exigirle de manera seria y firme que se cumpla con el dos por ciento de empleos que estipula la ley para los ciudadanos con síndrome de Down o yo que no soy capaz de hablar ante más de cuatro personas sin que se me quiebre la voz y me tiemblen las manos?

¿Quién es más lerdo?

¿Mi sobrino Miguel Andrés que toca la batería con un ritmo asombroso en la Orquesta además de practicar Karate y hacer natación o yo que no soy capaz de tocar con ritmo ni siquiera el timbre de las puertas?

Creo que antes de permitirnos insultar a una persona con palabras como “mongólico”, “retrasado mental” o similares, deberíamos pensar en las capacidades que todos ellos tienen, revisarnos bien y ver si nosotros tenemos alguna de esas habilidades porque, tal vez, el insulto se nos devuelva.

Acerca de Blog de Golcar

Comunicador Social, nacido en Mérida, Venezuela. Actualmente, vivo en Maracaibo y tengo una tienda de mascotas.

Un comentario »

  1. Yo diría que el Sïndrome de Down, no es una enfermedad, ni tampoco una discapacidad… Es tan solo una «condición»…

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  2. Wow Golcar, el mas conmovedor de tus escritos, el respeto (merecido) y la descripción, hace sentir de verdad, de cerquita a estos niños. Aunque no tengo tan de cerca a gentes down, sé de logros que muchos han tenido y la felicidad y la dignidad que han llevado a sus hogares. Gracias por este maravilloso artículo.

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  3. Hola ¿cómo han estado? Nosotros vamos bien, gracias ha Dios y quisiera compartir con ustedes la alegría que nos ha dado a mi esposo y a mí, el haber podido encontrar una escuela para Samuel nuestro hijo, y comparto esto pues, no sé donde ustedes, pero aquí en Costa Rica, al decir T21, es como si fueramos a traer a la escuela una persona totalmente disfuncional, o demasiado comprometida.
    Esta escuela es de corte norteamericano y la perscepción que ellos tienen de las personas con T21 se resume en: una persona con capacidades propias y esto es lo que más rescato pues el que una sociedad comprenda esto, es una lucha muy fuerte que debemos dar, los padres y familiares que queremos que entiendan que la verdad, es que todos tenemos capacidades propias y diferentes, yo he necesitado desde 3er grado de la escuela ayuda total en matemáticas, esto no me ha impedido realizarme, y así espero ver en el futuro a mi Samuel Nehemías, con lo que ´él desee estudiar, sabiendo que hay apostoles y otros oficios ( la charla de la «discapacidad» está de verdad buena y linda). Hasta pronto y lo mejor para toda esta familia del blog de Golcar.

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  4. Aquí dejo el link de la información que Emilia quería compartir con nosotros. «Qué dice la Biblia sobre la discapacidad????» http://www.tweetdeck.com/twitter/golcar1/~32l9R

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  5. Moreida de Delgado

    Emilia, (aunque no te conozco), por ser amiga de Golcar y tener un niño con T21, así mismo decia o procuro decir de Miguel, que también lo es, te siento mi amiga. Yo ahora después de 15 años he aprendido a aceptar el término down pues la gente está a costumbrada a llamarlos así, ya ahora no me ofendo (jaja). No se que edad tiene el tuyo. Al mio nunca lo he tenido en colegios especiales, sino en intengrados, donde aceptan 2 niños especiales en aulas de máximo 12 niños y el es aceptado perfectamente en todos lados donde lo he metido, está haciendo un»segundo año» con lecto escritura,ya está leyendo, lo tengo en la orquesta Sínfónica Juvenil, aquí en Merida tenemos una catedra de educación especial y ahí toca la bateria, está en karate y es cinta marrón, ahora está haciendo natación para competencia (aunque empezó hace poco). He tenido la suerte de tropezrme en el camino con profesores y entrenadores muy sensibles que tratan de lo mejor y les tiene mucha paciencia a estos ángeles. Espero que tu tengas la misma suerte con tu hijo para que lo puedas ayudar a salir adelante.

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    • Hola Morelia, y hola todos. Les comento que mi hijo tine 4 años y 5 meses, y también está incluído desde pequeño en instituciones regulares, y ha sido lo mejor para él. No tine ni hermanos ni hermanas y, ha sido la relación con otros niños regulares, lo que le ha facilitado el desarrollo que posee.
      Y yo no utilizo el término de integrado por la diferencia en cuando a la realidad que se vive en esos dos conceptos. Son antropóloga y educadora y me fijo mucho en los términos, pero me siento contenta de poder conecer a más personas por este medio.
      Vivimos en buenos tiempos, en los que podremos ver cada vez más a personas, con diferentes tipos de necesidades especiales, desarrollarse de mejor manera e incluírse en las sociedades de forma más funcional, eficaz y eficiente. Este es mi deseo.
      Cada día es un nuevo reto para las personas con T21 y sus familias, y es bueno el poder ayudarnos unos a otros.
      Nos ha tocado vivir una hermosa realidad, No digo facil, pero sí gratificante a pesar de. Sé, que cada día será mejor.

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    • Hola Morelia, aquí yo Emilia nuevamente para saludarte y quisiera preguntarte si tu conocer algún centro educativo allá en México, en dondo se utilice el Proyecto Roma como método de enseñanza? Este proyecto es el que se usó en varias escuelas en España para lograr un mayor desempeños en las personas con necesidades educativas diferentes. ¿Has oído hablar de Pablo Pineda? pues él es el mejor ejemplo de este método. Aquí espero tu respuesta, o la de cualquier otro amigo de Golcar, o el tuyo Golcar. Un ciber abrazo para todos.

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      • Emilia, no tengo información acerca de ese proyecto, no sé si Moreida o algún otro la tenga. Pero te aclaro que estamos en Venezuela, no en México. Esperemos a ver si alguien ofrece datos sobre lo que has preguntado. Un abrazo.

      • Moreida de Delgado

        Hola Emilia, nosotros no estamos en Mérida, México sino en Mérida Venezuela, bueno yo, porque Golcar se encuentra en Maracaibo. Aquí no se de ninguna institución que aplique ese Método de enseñanza no se si lo conocerán, yo particularmente cuando Miguel estaba pequeño una amiga me trajo de Espeña un método (que no recuerdo como se llamaba, se que era de una profesora que lo habia elaborado para su tesis) , que por cierto yo lo presté a varias profesoras que tuvo Miguel y al final no se quien se quedó con él. Ese método nos ayudó bastante para que Miguel se fuera familiarizando con el trazo, la escritura y la lectura, pero en realidad lo que lo ha ayudado bastante es una psicopedagoga (ya retirada de su trabajo) y ahora trabaja por su cuenta, ella utiliza el método fonético y a Miguel le ha ido muy bien, ya lee y comprende lo que lee, le hace falta es rapidez con la escritura tan bien le va chevere.

      • Lala de Balestrini

        Hola Emilia, yo soy tía de Miguel Andrés, hermana de Moreida y de Golcar, tengo entendido que el «proyecto Roma» sólo funciona en España, aquí en Venezuela no está y por supuesto conocemos la historia de Pablo Pineda o mejor dicho el Licenciado Pablo Pineda es muy hermosa y muy aleccionadora, un saludo

  6. Chamin,….excelente blog, y en esta ocasion muy especial. Yo tampoco creo en la reencarnacion, y por tanto no creo que fuiste un ser especial en otra supuesta vida. Lo que si se, y confirmo diariamente, es que eres un ser super sensible, capaz de observar muchisimas otras cosas que los demas no ven, y para eso estas por esta via, abriendole los ojos y los demas sentidos a la gente que, lamentablemente continua pensando como lo describes al inicio de tu blog. Un fuerte abrazo, de mas esta decirte que soy solidaria contigo en un 150%, y que aqui estoy, siempre esperando leerte para descubrir muchisimas cosas que todavia debo aprender en mi paso por esta vida.

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  7. Chamin, que mas te puedo decir que no te hayan dicho ya. Excelente blog desde el principio hasta el fin donde revelas tu sensibilidad, del material humano que estas hecho. Me toco profundo el corazon, pues en los ultimos dias me entere que en mi familia hay un nino con capacidades especiales, y me lo imagine remontado en todas las experiencias que tu describes. Me hiciste recordar un video que vi hace poco con la cancion de John Lennon, Imagine, cantada por jovenes sordomudos y otras necesidades especiales junto a otro grupo de jovenes, el cual arranca lagrimas al ver tanto talento junto entre ese grupo. Me conmoviste y entusiasmaste una vez mas con tus blogs, y este es uno de los mas bonitos y valiosos. Saludos chamo, me haces sentir orgullosa de ser gocha,….como tu.

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  8. Me ha gustado mucho este blog a pesar de que no creo en la reencarnación, pero veo que su creencia le permite tener esa sensibilidad hacia las personas, por naturaleza, diferentes. Mi hijo es una persona con T21 (no lo llamo Síndrome Down por respeto a él y a todos como él siendo que fue precisamente ese médico Jhon Landon Down quien, al referirse a estas personas tan notorias, las calificó y clasificó con los peores adjetivos de menosprecio que hay), Veo que usted ha logrado descubrir lo bello de este mundo de la persona con T21 y su cultura; y eso es lo que debemos rescatar y dar a conocer al mundo.
    Las personas con T21 que son bien encamidadas desde pequeñas, llegan a tener un nivel de funcionamiento como el de cualquier otra personas. Yo no llamo a mi hijo especial, ni persona con capacidades especiales. Él es EL, es una persona con un ritmo diferente de aprendizaje, pero eso no lo hace especial. Él, al igual que otros niños, es especial por ser niño y tener todos los procesos de un niño, sólo que ha su ritmo.
    Qué bello este blog, que dignifica al ser humano que hay en cada persona diferente, pero al igual que el resto, humana y llena de virtudes y defectos.
    Gracias por ayudarnos a «desmitificar» a estas hermosas personas.

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    • Gracias, Emilia, comentarios como el tuyo son los que me hacen sentir que vale la pena desarrollar y blog y que mis palabras no se quedan en el aire. Hay gente a la que la mueven las mismas cosas que me mueven a mi y que encuentran en este sitio un rinconcito y un mensaje con el que se identifican. Los mensajes de quien entra a mi blog son los que realmente lo enriquecen y le dan sentido a cada post. Mil gracias por entrar, leer y hacerlo saber.

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      • Hola Golcar, un abrazo desde acá Costa Rica que es de donde soy. y un abrazo a todos y todas. Quisiera compartir contigo y con todos una hermosa charla que se nos dió hace unos días acá en San José con un título más o menos LA DISCAPACIDAD NO ES NINGUNA MALDICIÓN, esto a propósito de comentarios que han salido de muchas personas ignorantes y malintencionadas, me gustaría de verdad compartirlo con todos pero es un poco largo ¿cómo le hago?. Nos hablamos que estén bien

      • Emilia, envíamelo al correo golcarr@hotmail.com y ya veré qué puedo hacer para que todos lo tengan. Un abrazo y gracias por estar pendiente de nosotros. Un abrazo.

  9. Pingback: Articulo Indexado en la Blogosfera de Sysmaya

  10. ay! mi hermanito no creas que era que no lo habia leido, porque todos los blogs que me llegan los leo de inmediato, pero se me hacia cuento el entrar a comentarlo y lo mejor del cuento es que si queria hacerlo desde el primer momento. Primero para contarte que si algo me tiene en Mérida todavia es ese amor por mi Miguel y el que poco tiempo he tenido para disfrutarlo y disfrutar de todas sus cosas bellas! como por ejemplo:la calidad de los sentimientos de los que tu haces mencion, ami me fascina cada vez que me habla de su noviecita María y me dice que el la ama y que el la va a defender de cualquiera que le quiera hacer daño, que el no la va a dejar vivir mal, que se la va a llevar a vivir en un apartamento donde no le falte nada y así por el estilo muchas cosas y sentimientos que quisieran sentir y demostrar muchos de los regulares. Segundo, para decirte que no te vayas tan lejos, a tantos años atras para hablar de los angelitos que tienen escondidos en el último cuarto de la casa, porque en Coche esa bella isla donde vivo, el irrespeto por esos seres maravillosos es irracional y hay momentos en que no me aguanto y tengo que decirles que esas personas merecen tanto o mas respeto y cariño que cualquiera. Hay alla dos familias y no es que me lo han contado es que yo los he visto, que tienen niños de aproximadamente 40 o mas añitos y lo digo asi porque para mi son niñitos con muchos añitos. que los tienen en la última habitación de la casa y como si fuera poco desnudos y enrejados, para que no se salgan. eso el día que yo los vi se me aguaron los ojos y me salí, y le comente a Freddy que eso no era justo y que eso no se le hacia a ninguna criatura de Dios, recuerdo tanto que el me abrazo y nos fuimos. Siga es cribiendo que yo seguire leyendote, porque me encanta, la redacción y el sentimiento que pones en todos tus posts. son ESTUPENDOS!!!! y no es porque seas hermano mio jajaja

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  11. Ay mi Golcar querido, la verdad te felicito me hiciste llorar y todo de la emocion leyendo este blog, me encantó porqué además me gusta como nombras a Miguel, él es tan especial con todos yo lo adoro GRACIAS POR SER COMO ERES T.Q.M! no lo olvides

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  12. Zoleiva Rojas de Santos

    Se me habia escapado este blog, no tenia cp, estaba danhado y hasta hoy abri mis correos, Golcar otra vez te la comiste, este es maravilloso, enternecedor y hace vibrar las fibras del alma.Dios los bendiga a todos y a ti que tambien eres especial.

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  13. Una bellísima entrada (o «post» a lo gringo). Gracias Golcar. A pesar de eso, no hay que olvidar que esa condición no es «una bendición de dios» y que debemos apoyar a estas personas en todo lo que podamos.

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  14. Gerardo Rojas

    Hace dos años cuando fui a un concierto navideño con los niños downs y las voces blancas siempres me quede con esa inquietud, ¿ Por qué son realmente excepcionales? cuando vi esas maravillosas personas interpretando la musica a ese nivel, entendi lo que significaba la palabra excepcional, es que son excepcionales porque no tienen limites, ante cualquier limitación se sobreponen de tal manera antes las adversidades que logran niveles increibles en lo que hacen, que nos causa envidia al ver que nosotros supuestamente siendo normales nos creamos tanta limitantes que nos inutilizamos, mientras ellos hacia delante, asumen retos que nosotros ni en sueños nos los planteamos, caundo veo a Miguel Andres hacer lo que hace el nivel que ha alcanzado en el Karate y tocando su batería me hace sentir orgulloso de mi sobrino y lo digo a todas voces con alegría y sonrisa de oreja a oreja, proque nuestros padres no enseñaron que por sobre todas las cosas lo importante es la humanidad y entender que todos somos personas, erradicaron de nuestra enseñanza la discriminación, por posición social, raza, credo y cualqueir otro adjetivo discriminatorio.
    Desde ese diciembre yo entendi que ellos son excepcionales por sus virtudes y yo soy un comun y corriente.

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    • El otro día que salí conmi hermano a hacer unas vueltas de la universidad, llevaba yo a mi hijo Samuel, su sobrino, así como el suyo, y mientras yo realizaba mis asuntos, ellos se fueron a comprar unos cangrejos para comer y unos juegos par el hijo de mi hermano, al regresar, me cuenta que el dueño de la tienda le hizo un comentario muy positivo de su sobrino, y me dice él a mi (mi hermano): CLARO ES QUE LA GENTE NO SABE QUE MI SOBRINO ES COMO CUALQUIER OTRO NIÑO Y LO TRATAMOS DE ESA FORMA, BRINDÁNDOLE RESPETO Y APOYO EN TODO LO QUE NECESITE», Esto me hizo llovar pues ví una vez más, el gran amor y el orgullo que tienen en casa por mi hijo, y creo Gerardo, que esta realidad que comparte con nosotros, es lo que hace de nuestros mundos particulares, un gran planeta para vivir.
      Gracias porque esta satisfacción que manifiesta en relación a su sobrino, es una muestra de apoyo para nosotros los padres y madres de estos seres tan bellos.

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  15. Golcar de verdad he sentido tantas cosas mientras leía… sobre todo porque mientras más avanzaba más me daba cuenta de todo lo que la humanidad ha evolucionado y pude llegar a sentir lo grandioso del tiempo en que vivimos, y si es cierto que en una vida pasada fuiste una persona excepcional, por resonancia morfogenética muchos de los que hoy te acompañamos seguramente en aquella época te escondimos, tal vez no por maldad sino por protección para todos, para ti y para nosotros, producto de la ignorancia pues una madre siempre hará para su hijo lo que le asegure la sobrevivencia desde lo que ella conoce como mejor, y seguía leyendo y seguía leyendo y pensaba este maracucho reencauchado sigue siendo diferente y excepcional y lo más emocionante es el crecimiento de todos porque ahora eres un orgullo, que rico vivir hoy, ahora donde quien se atreve es aplaudido y amado, donde Miguelacho nos llena el pecho con sus cuentos o sus miradas y no haya alguien que uno conozca que en algún momento uno no le haya dicho:” tienes que conocer a Miguel, él es maravilloso”, y que rico es aprender que mientras más has execrado mas aprenderás a incluir, ACEPTAR es el verbo de estudio y creo que solo se conjuga con amor, recuerdo la naturalidad con la Juan Sebastián me dijo el día que lo llevé por primera vez a ver a nuestro artista Míguel Andrés en uno de sus conciertos y quise decirle de manera aleccionadora: – Mira Juan que maravilla hacen estos niños y mira… son especiales, y él me preguntó: ¿ y que es ser especial? y yo le respondí comiéndomela: – pues que son diferentes y que no tiene condiciones como las tuyas y saben aprovechar su tiempo y sus potenciales, el sé quedo pensando un rato, luego me dijo: – Mama Julieta pinta bonito y creo que es especial porque yo la quiero mucho!!!!- allí me sentó en frío, porque me dije: que estúpida soy! los niños de hoy en día definitivamente se comunican con el alma y allí no existen diferencias, y los únicos que pueden comprender eso son los seres especiales. De allí en adelante aprendí que mi tarea es conseguir siempre mi lugar respecto a ellos? Aprendí que es mejor vernos nuestras caras frente a ellos que verles a ellos como un frente aunque sea un frente de amor.

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  16. ESTOY CONMOVIDA AL LEER EL ARTICULO QUE ESCRIBISTE ESTA LLENO DE AMOR PARA TODOS ESOS SERES ESPECIALES QUE REALMENTE SON UNA BENDICION DE DIOS.BESOS FLORINDA DIOS TE BENDIGA .

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  17. Pues si Marife tienes razón, yo cada vez que recibo uno lo voy dejando pa después y cuando finalmente lo abro dudo si leerlo o no? Confieso que el de mamá no lo he leido y este lo lei porque está la foto de Miguelacho y pensé que decía algo que le habían hecho al mejor de los 50 y pico de ángeles que Dios envió a la casa de la Parro, ya Lala y More lo comentaron, pero lo repito leí las primeras líneas y dije: no Golcar no se necesita haber sido «diferente» en otra vida si vienes de la familia Rojas de La Parroquia, para nosotros siempre fueron PERSONAS, HUMANOS, SERES VIVOS al igual que cualquiera de nosotros que, como decía mamá cuando le preguntaban 13 Hijos, todos vivos? ella respondía: «bueno, unos vivos y otros bobos pero hijos»

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  18. Lala de Balestrini

    Golcar este blog si que es la tapa del frasco es lo máximo, por supuesto entendemos que nosotros bajo el cristal que hemos visto a las personas especiales desde muuuuuy pequeños ha sido muy diferente a como los ven las demás personas porque a nosotros nos enseñaron a través de la «la boba Pepa» ( a lo mejor usted no la recuerda) del bobo Tomás (de ese si se acuerda) de Pillo el de la esquina de abajo donde quedaba La Polar (¿se acuerda? ) y de Doris nuestra vecina de toda la vida ( a lo mejor hay algún otro que en este momento no recuerdo, nos enseñaron que eran personas dignas de cariño y de muchísimo respeto y no se nos permitía en ningún momento mofarnos de ellos al contrario si tenían hambre o sed o frío los socorríamos en la forma que tuviéramos mas a mano, despúes vino el Angel que Dios nos envió a través de Moreida y Marcos MIGUEL ANDRES, que si, al momento de enterarnos que el niño era síndrome de Down pues fueron momentos muy duros pero con el tiempo nos dimos cuenta que es la alegría de todos y el centro de atención tanto de los mas adultos (para no decir viejos) pasando por los jóvenes y llegando a los niños donde todos estamos pendientes de los avances tanto en el colegio como en todo lo que practica y que cada logro es el orgullo de todos, apenas ayer hablabamos en la casa de La Parro y Moreli (para los que no nos conocen la hermana de Miguel Andrés) decía que a ella le dá mucho miedo ir a tener un hijo Down porque para eso se necesta muuuuucha paciencia y que ella no la tiene y le dije que precisamente yo siempre he pensado que Dios sabe lo que hace y se lo envió a Moreida que es una de las que mas paciencia le ha tenido a los niños toda la vida y eso que la gente por insultar le dice mongólicos a los demás si es verdad que lo he detestado toda la vida y no lo soporto, cuando oigo a alguien diciéndole así a otro le digo que no lo haga porque de verdad me duele. Lo que dice de Mariela es muy cierto ella quería tanto a sus «muchachitos» (como también les decía) que a estas alturas de la vida se acuerda de ellos y llama a los familiares para que le den razón y sufre cuando sabe que a alguno le ha pasado algo o ha muerto. Bueno Golcar siga escribiendo para que se nos sigan limpiando los ojos jajajaja porque cada día son mas emotivos sus blog`s.

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  19. Golcar, Dios te bendiga, de amigo querido pasas a ser hermano amando. Tu sensibildad me llego muy pero muy adentro, y todavia no dejo de llorar. Sabes que tengo una hija autista de casi 30 años de silencio y si, son Angeles maravillosos que todos los dias nos dan lecciones de amor .
    De verdad confieso que esto que escribiste es para ser leido miles de veces y colocarlo en los boletines de miles de Instituciones para que se respeten a estos maravillosos seres humanos que no se les da el lugar que merecen. Te beso.

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  20. Kelly la gringa

    No si se quien es la mas boba en la foto! 🙂 Miguelacho si es muy serio. 🙂

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  21. Qué post tan conmovedor y lleno de razón! Simplemente increíble! Tengo muy cerca de mi a dos primos «especiales» y me identifico con todo lo dicho. Son los seres mas hermosos que pueda imaginar. Te felicito! QUÉ BELLEZA!

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  22. Golcar, éste es posiblemente de los mejores posts que he leído últimamente. Me sacó una sonrisa gigante y al mismo tiempo me hizo reflexionar sobre lo especialísimos que son esos niños especiales.
    Nunca me permitieron insultar a nadie llamándolo por su «diferencia», pero prohibirlo hacía que sintiera que ellos tenían algo malo. Mis hijos tienen más suerte, crecen en un mundo donde todos se sienten especiales y la sociedad (desde que empiezan kindergarten) los integra con niños que enfrentan diferentes retos, pero sin etiquetarlos: todos son excepcionales a su manera, y esa manera nunca es negativa.
    Gracias por compartirlo.
    Carmen.-

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  23. Gochito eres definitivamente un regalíto de vida… Y estas hecho un experto en aflojarle los mocos a la gente!!! Te quiero profundamente y no me canso de darle Gracias a Dios por tenerte en mi familia, esa familia que por el camino de la vida se va adoptando… Los adoro!

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  24. Golcar que bello escrito. Estas son las cosas que agradezco a la tecnología, pues de no ser por internet y el surgimiento de los blogs, no tendríamos la dicha de leerte con temas tan variados, cotidianos e interesantes. En la familia jamás supimos (por lo menos esa es mi percepción) de rechazo o burlas hacia ninguna persona especial, de hecho, desde niños nos enseñaron a respetar y querer a nuestra vecina Doris, pero con la llegada de Miguel Andrés, sencillamente aprendimos a adorarlos.

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  25. Bibiana Balestrini de Osorio

    Ah y si vas a seguir en la nota de hacer llorar a la gente, por favor avisa… porque no es facil andar porla calle con este poco de gente moqueando y los demás pensando que es por el H1N1, jajajaja

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  26. Bibiana Balestrini de Osorio

    Creo qie muchos en la casa tuvimos entonces que haber tenido condiciones especiales en alguna vida pasada, porque es increíble la simpatía que despertamos con cualquier tipo de personas con «necesidades especiales» yo creo que ademas de necesidades, tienen respuestas especiales, sentimientos especiales, amores especiales… Imagínate que tengo un amigo cuyas hermanas gemelas de 33 años son Down, (de aquel entonces en que se miraban con asco descarado y avergonzaban a cualquiera… y de paso eran «castigo de Dios» DOBLE!!!!) Y ellos las han mostrado siempre con gran orgullo, son un amor las dos! Echan vainas, bailan, trabajan y estudian ambas, y ni que decir de nuestro invaluable ahijado que es todo amor, todo ocurrencias, metido como una gaveta y salido como un balcón… Motivo de risas y reflexiones profundas a diario… Ay ese Miguel Andrés, al que Dios nos mandó como premio al cariño por tantos nenés desvalidos y con necesidades especiales en el mundo, ojalá todas las familias tengan sensibilidad para los regalos de Dios, sin juzgar, sin preguntarse ¿por que a mi? sin renegar… Sólo aceptando para poder sentir la felicidad y dulzura que brindan en su trajinar por la vida! Besos!!

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  27. Leonardo Velasquez

    Querido Gocho, lo felicito por tan emocional escrito, me ha inspirado se lo dejo saber

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  28. Ligia Istúriz

    Ay, Golcar, esa capacicdad tuya para registrar emociones con altura , empatía y delicadeza, te hace «una «persona especial» De ahí la sensación de pertenencia que sientes en el gupo de los así llamados. Ellos, los Down, los «autistas, los que nacen con condiciones diferenciadas, tienen en común la juventud eterna, la pureza, la ausencia de mezquindad o de sentimientos tóxicos, la maldad, Es eso lo que los hace queribles, el amor y la alegría que los anima y que emanan.:

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  29. Moreida Rojas de Delgado

    Hacía ya muchos años que no lloraba cuando leia o veia algo sobre los angelitos que son las personas con S.D. hoy Golcar me hiciste llorar, casi no podia terminar de leer el posts. Me acordé que cuando Miguel Andrés tenía como tres años, estabamos en un hotel en la playa disfrutando el show de la noche él estaba bailando y de repente entre la gente yo no lo vi y me pare a buscarlo y un niño como de 12 años se me acerco y me dijo «señora ud, está buscando a un niño mongólico» yo me quería comer al chamo por decirle mongólico a mi hijo, y el me dijo «sra. yo no le digo así por mal, yo también tengo una hermanita con esa condición» te podrás imaginar que yo me quería morir y desde ese día dejé de molestarme si le dicen así a mi hijo precioso. Y para agragarle algo más a tu blog, ´no dices que son la alegría del hogar, por lo menos del mio Miguel lo es, noy hay día que no nos haga reir o emocionar con algo que dice o hace. Ayer yo llegue y lo abrace y lo bese y le dije «hola mi bebe como está» y se apartó y me respondió, «ay mami dejame crecer» que tal? No es para comérselo»

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    • Moreida Rojas de Delgado

      Ah, Golcar se me olvidó decirte que si en vidas pasadas fuiste «especial» y te trataron así, ten la seguridad que tus padres no fueron Golfredo y Carmen, porque ellos fueron excepcionales para tratar a estas personas y jamás no indujeron a tratarlas mal ni nada por el estilo, al contrario siempre nos enseñaron a respetarlas, quererlas y a no tenerles lástima sino mucho cariño

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  30. laura fernandez

    Buenas inquietudes Golcar. La sociedad los ve ahora con un poco menos de «horror» en la mirada, pero aún no termina de integrarlos. Mi hermanito Jesús es especial. Y es especial porque solo habla desde el lenguaje del amor y la entrega. Ayer se fue a Barquisimeto, y al entrar a su casa de Maracaibo en la tarde me dio por llorar y extrañarlo con un guayabo que aún no curo. La casa , aunque llena de mis sobrinos, se sentía tan sola y llena de silencios…no estaba su risa, no estaban sus manias, sus rutinas aplastantes…Es lo grande de ellos, su amor infinito. Gracias Golcar por este post.

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  31. No sé porqué sigo leyendo los post si generalmente me dan ganas de llorar.. Esas mismas preguntas que me las hago yo cuando vamos a los conciertos de Migue y los veo a todos tan afinados, tan bien entonados y con tanto ritmo cantar, tocar y gesticular ( en el caso de las voces blancas) hermosisimas canciones que yo masacro cuando intento cantarlas..

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