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Archivo diario: 24 abril 2011

Día de la Tierra en Viernes de Dolores

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No sé si por casualidad o si el padre Ovidio lo hizo con toda la intención, pero me llamó mucho la atención que en la iglesia Claret de Maracaibo, el altar dedicado al Santísimo durante el Jueves y Viernes Santos lo levantaron en honor a la naturaleza como creación de Dios en contraposición con la acción depredadora del hombre. Justamente, este año en que coincidió el día de la muerte de Cristo con la celebración a escala mundial del Día de la tierra. El viernes de dolores de este año junto al dolor de Jesús por el suplicio de la crucifixión, sirvió para sensibilizar acerca del dolor y el suplicio a los que estamos sometiendo al planeta.

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En el centro de la iglesia Claret erigieron el altar en honor al Santísimo, dividido en dos secciones: Del lado izquierdo, animales vivos, plantas, flores y frutas con dos maniquíes que representaban a Adán y Eva, al ser humano, como la parte de la creación divina con un monitor de televisión en el que se transmitían videos alusivos al tema. Del lado derecho, la acción depredadora del hombre representada con elementos contaminantes para el planeta como cauchos, detergentes, productos químicos y toda una serie de artículos utilizados por la personas cotidianamente y con los que se les estaría haciendo un grave daño al planeta que nos da morada y cobijo y con los que aumentamos el riesgo del elevar el calentamiento global y la extinción de especies.

En este lado del altar, también se proyectaban en un monitor de televisión videos en los que se denunciaba el mal que le estamos haciendo a la Tierra con nuestra indolencia y desidia. Documentos con textos e imágenes fuertes que de manera cruda nos abren los ojos sobre los efectos irreversibles que estamos ocasionando al planeta.
En el medio de estas dos realidades, se ubicó el Cáliz del Santísimo y así permaneció abierto a la feligresía desde la mañana del Jueves Santo hasta el mediodía del Viernes.
Sin duda que ha sido una manera no sólo diferente y original de rendir homenaje al Santísimo; sino al mismo tiempo una forma de mostrar el compromiso que la iglesia tiene con la humanidad y su responsabilidad e interés en sensibilizar a sus fieles sobre el destino al que estamos llevando a nuestro mundo.

Es mucha el agua que ha corrido bajo los puentes (como reza el lugar común) desde aquellos primeros años de la década del 70, cuando se marcaron los inicios de la celebración del día de la tierra los 22 de abril de cada año, y es mucha la cantidad de agua que seguimos contaminando inmisericordemente, muchos los bosques talados y demasiados los incendios provocados anualmente en extensas áreas verdes del planeta. Todo esto junto a la utilización de aerosoles, químicos y detergentes a la vez que plásticos y productos contaminantes que, además, desechamos sin tener en cuenta las mínimas medidas de seguridad ecológica, se ha confabulado para llevar la Tierra al estado de deterioro en el que se encuentra, llegando a estas alturas a un punto crucial y en muchos casos irreversible.

La labor de sensibilizar y concienciar a la gente debe ser continua y en todas las áreas de la vida abarcando desde la escala familiar y escolar  hasta la de organizaciones no gubernamentales y de los poderes públicos. Por supuesto, la Iglesia no puede estar ausente de este trabajo y la conservación del medio ambiente debe ser uno de los pilares fundamentales de la evangelización, como quedó demostrado con la iniciativa del padre Ovidio en la Iglesia Claret donde los feligreses tuvieron oportunidad de postrarse de rodillas ante Dios y con esta postura de silencio y humildad pedir por la salud y la recuperación de nuestro planeta Tierra para ver si, como Jesús, lo podemos hacer resucitar.